Esta historia es contada por un caballero, que pidió la canción «Señora bonita» para amenizar su relato.
Saludos efusivos a quienes conforman tan hermoso programa. Permítame felicitar a Radio Farra por innovar programas que llegan al corazón de nosotros los oyentes.
He estado escuchando su programa y en realidad es muy hermoso. Soy un hombre de 68 años de edad y me deleito con la música romántica del ayer que nunca pasará de moda.Escuchando su programa me he motivado a contarle mi historia de amor...
Siempre me han gustado mucho las mujeres y de joven andaba por ahí tras ellas. Cuando cumplí los 22 años conocí a una joven que vino con unos primos a visitarnos y nos enamoramos. A los cuatro meses me la llevé. Después me di cuenta de que no la amaba. que no era el amor de mi vida. No sabía qué hacer porque ella enseguida salió embarazada.
Le comuniqué a mis padres que no la quería y ellos me contestaron:
—Nadie te mandó, así que asume tu responsabilidad.
Pasó el tiempo y no separamos. Volví a andar por ahí, y un día saliendo de mi trabajo vi pasar a una hermosa mujer. No sé que me pasó porque quedé paralizado. Le pregunté a mi compañero quién era ella, y me contestó que era la esposa de un amigo. Así que lo dejé pasar...
Me fui a mi casa y en la noche soñé con ella. Me desperté y me pregunté: «¿qué me pasa? ¡No puedo mirarla! Es una mujer casada».
Al otro día le conté a mi compañero que había soñado con ella. Él me dijo:
—Borra a esa señora de tu mente. ¡Es casada!
Yo le dije: —Lo sé, pero no entiendo qué me pasa... No se me borra su imagen.
Un día fuimos a una fiesta y cuál es mi sorpresa que ahí estaba ella con su esposo. No podía evitarlo; pasé mirándola toda la noche. Ella trataba de esquivar mi mirada y de pronto el sentimiento era más fuerte que yo. Así que me fui de la fiesta. Sabía que no estaba al alcance mío.
En ese sentido he sido un hombre respetuoso con lo ajeno.
Traté de salir con otras damas, pero no lograba enamorarme; me sentía vacío todo el tiempo. Un día estaba yo en una farmacia y ella se acercó a comprar. Créalo que la vi más hermosa que nunca. La miré profundamente y me retiré de la farmacia. Ella, desde luego, no se daba por enterada porque no éramos amigos; apenas nos habíamos visto alguna vez. Era una señora joven y muy respetada y, por lo que sabía, vivía muy feliz con su esposo y su hija.Una época, pasó cerca de mí así que me armé de valor y le canté en boz baja «Señora bonita, hay algo en su boca..., tiene algo en su cuerpo que al verla amor me provoca», ¡y ella alcanzó a escuchar! Miró hacia donde yo estaba y me dijo:
—¡A usted qué le pasa! Respete, soy una mujer casa y muy feliz. ¡Atrevido!
Yo le contesté:
—Discúlpeme señora.
Y salí lo más rápido que pude del lugar. Créalo, licenciada, ese amor era más fuerte que yo. Pero en silencio no podía hacer nada. un día me dije: «voy a buscar una mujer que me queira y respete para no quedarme solo». Y así fue. Conocí a una chica que tenía dos hijos. Salimos un tiempo pero era imposible, yo ya no podía enamorarme. Sin embargo, me uní con ella y le dije la verdad, que íbamos a estar juntos pero que si no funcionaba, nos separábamos.
Pasaron los años y me enteré que la señora a la que yo había amado en silencio Dios se la había llevado. Qué dolor sufrí en mi corazón... A pesar de que nunca me acerqué ni tuve nada con ella, me dolió tanto su partida.
Siempre la recuerdo con mucha nostalgia, licenciada. Cómo es la vida, ¿no? El corazón de uno no se manda, no sabe de fronteras, pero la mente domina todo y es la que tenemos que controlar y no dejarnos llevar para no complicarnos la vida. Siempre me he preguntado: «yo que soy un hombre respetuoso con las mujeres ajenas, ¿por qué me tuve que enamorar de alguien que nunca podía ser...?»
Me gustaría decir una última cosa antes de terminar: siempre he admirado y felicitado a las damas que respetan a su pareja. También agrego que mi respeto y admiración es con todas las mujeres del mundo y sobre todo con esas tres damas que se encuentran en el panel conduciendo este hermoso programa.La narración de nuestro querido caballero es encantadora, más que nada por la sana y pura adoración con la que detalla a la dama que robó su corazón. Una historia que alguna vez fue, y no pudo ser, como lo relata aquí nuestro oyente.
Muchas veces hay amores imposibles en vida, que duelen con cada respiración que damos al pensar en ese ser. La muerte lo único que hace es inmortalizar en nuestros corazones esa imposibilidad atrayente y ensombrecer nuestros recuerdos con la melancolía de algo que, como simples humanos, no somos capaces de tener.
Pero vivir con ello no es tan difícil como saber que la única distancia que les separan es la diferencia entre vida y muerte. La primera no fue diseñada para ser fácil, y la segunda requiere de los enredos del destino. Y después está el amor.
Historia emitida: 15/11/2015.
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