jueves, 8 de octubre de 2015

4to programa: Tengo derecho a ser feliz.

La última historia de este domingo es relatada por un caballero, quien escogió el tema «Tengo derecho a ser feliz» de José Luis Rodríguez para recordar su historia de amor.




Esta historia me está quemando por dentro, sin saber qué hacer...
Soy divorciado, viví una vida muy difícil sentimentalmente. A los tres años de divorciado he conocido a una persona muy especial, que ha hecho que vuelva a creer en el amor. Los dos estamos libres pero ambos tenemos hijos. El asunto es que ninguno de ellos acepta este romance y se nos torna muy difícil. Mis hijas no están de acuerdo y sus hijos peor.
La semana pasada, una de mis hijas se encontró con uno de los hijos de ella y la situación se volvió bochornosa. Estaban en un lugar donde había público y se dijeron cosas bastante fuertes.
En realidad, licenciada, estoy muy triste porque amo a mis hijos, pero ¿no cree usted que merezco una nueva oportunidad? Y ella también..., ambos la merecemos.
Sí, amigo... ¡Tiene el derecho a ser feliz!
Los hijos deberíamos pensar en todo lo que hicieron nuestros padres por nosotros, el amor que depositaron en cada uno de nuestros pasos y la paciencia con la que aceptaron nuestros errores y nos guiaron por el camino del bien... Entonces ¿por qué no dejarles ser felices? 
En ocasiones esa felicidad puede representar un empleo, la jubilación; a veces es vivir con nosotros, sus hijos, o lo contrario, vivir apartados de todos, en la tranquilidad del campo o el tedío de la ciudad. ¡Es su felicidad! Y esa felicidad, a veces suele ser el amor... Sí, porque para el amor no hay edad. Y es que cuando crecemos, empleamos el vuelo y formamos nuestro propio hogar. Pero nuestros padres quedan solos, el uno con el otro. Y en el peor de los casos, cuando uno de los dos falta (ya sea por divorcio, como en este caso, o por el fallecimiento de cualquiera de los dos), la soledad no es la mejor compañía, y el amor de los nietos y los demás parientes no llena ese vacío que queda en el corazón... Entonces aparece un nuevo amor; con canas, arrugas y una historia pesada sobre los hombros. Pero es un amor. ¿Por qué no dejarlos ser felices? ¡Es su vida, y como tal, deben vivirla! 
Nunca sabemos cuándo hemos de partir, pero mientras tanto, vivamos y dejemos vivir en el regocijo del amor y de la felicidad. Y si, como hijos, estamos preocupados por los problemas que tendrán como pareja, dejémosles ser..., pues si ya han manejado una vida entera, podrán con los años y los problemas que vendrán.
Historia emitida 04/10/2015.

4to programa: Enamorada y herida.

La tarde del cuatro de octubre relatamos tres historias, cada una con un matiz de nostalgia. Sin embargo, la historia que a continuación les contaremos, refleja la triste realidad de ciertos matrimonios. No les digo más y les dejo con la voz de Marisela en la canción «Enamorada y herida», escogida por nuestra amiga oyente, quien nos envió su historia de amor.



Allá por el año de 1960, conocí a un joven cariñoso y apuesto. Yo tenía 22 años y él 26. Mis padres nunca se enteraron de nuestro romance ya que nos comunicábamos a través de las cartas. Mi madre tenía una comadre con la que se llevaban muy bien y a quien siempre visitaba y mi enamorado era amigo de su hija, así que con ella me enviaba las cartas.
Un día, fuimos a un baile de la hermana de la comadre y él estaba allí. Sin despertar sospechas me sacó a bailar y créame Sra. Bexy, fue lo más hermoso escuchar palabras tan bonitas al oído y sentir un apretón de manos, porque ni siquiera podíamos acariciarnos. El no poder vernos hizo que ese amor fuera cada vez más intenso...
Pasaron dos años y fui con mis hermanos a lavar al río. Ahí aproveché un descuido de ellos y dejé la ropa lavada en una tina que recuerdo, era de esas grandes. Mi enamorado estaba escondido esperando el momento oportuno, y cuando llegué a él, salimos corriendo. Más adelante tenía un caballo en el que nos fuimos cabalgando hasta llegar a un lugar donde no nos encontraran.
Todo era hermoso... Tuvimos seis hijos: dos mujeres y cuatro varones. Con el tiempo salimos del campo y nos vinimos a Portoviejo, y fue ahí cuando la tragedia empezó...A los seis meses de llegados, él comenzó a salir con unos amigos a los que encontró en la ciudad. Empezó a tomar; farreaba; llegaba en las madrugadas..., y comenzó a maltratarme, ¡incluso delante de mis hijos! Él tenía un pequeño negocio, y allí conoció a otra persona... Nos descuidó totalmente a mis hijos y a mí. Fue tanto el resentimiento de mis hijos mayores hacia él, que me dijeron:
—Mamá, no queremos que soporte a nuestro papá. Si se buscó a otra persona es porque dejó de amarte a ti y a nosotros que somos sus hijos.
En la actualidad, sé que no fue feliz. A pesar de estar separados, ya no le recuerdo rencor. Lo he perdonado porque sé que pagó todo lo que nos hizo... Sin embargo, no dejo de recordar que al inicio todo fue hermoso.
Mis hijos siempre están pendientes de mí, adoro a mis nietos y tengo una vida tranquila. El pasado ya quedó atrás.
Es una realidad que algunos amores inician con la inmensidad del sol, y de repente se enfrían, como si el astro se hubiera apagado. Muchas veces nos dejamos impresionar por los primeros versos, por las primeras miradas, por los primeros «te quiero», pero nunca llegamos a conocer a las personas realmente, ni a nosotros mismos... Muchos factores pueden revelar quienes verdaderamente somos, como sucedió en esta historia. Tal vez él se dejó impresionar de la moderna y viciada ciudad, y descuidó el amor que un día profesó a su esposa e hijos, pero el tiempo le dejó ver que la vida pasa facturas y no nos vamos sin pagarlas...
Historia emitida 04/10/2015.

4to programa: Desde aquel día.

¡Buenos días, buenas tardes o buenas noches, queridos lectores y oyentes! El día de hoy les traigo las historias que fueron relatadas el día domingo 04 de octubre durante el programa radial Historias de Amor por Radio Farra 95.7 fm se prende en el aire.
Aquella tarde empezamos el programa con una historia muy conmovedora e impactante que de seguro les ha de sacar una lágrima a más de uno.
Nuestra querida oyente que envió su relato, eligió la canción «Desde aquel día», de Rafael, e inicia su historia de la siguiente manera:




Hola, señora Bexy. La felicito por tan lindo programa ya que nos permite recordar momentos de nuestra juventud y parte de nuestras vidas. Me he motivado a contarle mi historia de amor porque, me imagino, le debe haber pasado a muchos.
Conocí al amor de mi vida a los 19 años... Creo que ambos nos flechamos porque con la mirada sentí una corriente por todo el cuerpo; ¡parecía que mi corazón se salía! Aquella tarde nada ocurrió, pero a los ocho meses nos volvimos a encontrar y él me preguntó cómo me llamaba. Me llamó la atención que su apellido era igual al mío, pero me dije «¡Bueno, puede ser una coincidencia!». En ese momento me dijo:
—Desde el primer día que la vi, me he enamorado de usted.
Yo me puse nerviosa cuando se acercó. Le dije que no lo hiciera porque mis padres eran muy celosos, pero la realidad es que a mí me gustaba mucho. Eran cortas las veces que nos veíamos y ¡a escondidas! A los once meses mis padres se enteraron y me castigaron y prohibieron que lo volviera a ver, con la excusa de que él había venido de otra parte y no conocían a su familia. Pero esa prohibición aumentó más nuestro amor; sólo nos podíamos comunicar a través de cartas que las personas amigas nos entregaban sin que mis padres y hermanos se enteraran.
Un día, la mamá de él se enteró y le dijo que tampoco estaba de acuerdo con nuestro amor. Es más: ¡no podía ser! Él le dijo:
—¿Por qué, si es una chica de familia y tiene buenos modales?
Entonces ella respondió:
—Ya es hora de que sepas la verdad... Hijo, tú y esa señorita son primos-hermanos, sólo que nunca se enteraron porque fue una aventura y ni siquiera tu padre se enteró que tú existías. Se murió sin saber. Cuando yo quedé embarazada, él se fue a la Sierra y no supe más de él.
Cuando me escribió contándome la historia, créame Sra. Bexy, ¡me sentí morir! Mis padres no lo permitirían. Yo le respondí que con el dolor en mi corazón nos teníamos que alejar. Nunca más volví a saber nada de él... A los seis meses conocí a un joven de mi barrio y me fui con él. Tuve tres hijos; dos niñas y un varón. Ellos ya son adultos y profesionales, cada uno ya tiene su vida hecha. Pero, a pesar de mi edad, todavía no supero esa historia de amor...
Varias veces, durante este espacio, hemos mencionado al destino... Esta historia demuestra lo inesperado que puede ser éste y lo triste que nos puede hacer. Solemos decir que el mundo es pequeño, pero no por esto hemos de subestimarlo, pues, a pesar de su tamaño, poco nos conocemos los que estamos cerca. Así es como le sucedió a nuestra querida amiga, a quien su sangre misma impuso barreras entre su amor y a la cual el destino le jugó una mala carta.
Tal vez se casó por primera vez, tal vez formó su vida alegre, pero cuando somos marcados por el recuerdo ardiente de un primer amor, estar enamorado no volverá a ser lo mismo...
Historia emitida 04/10/2015.

domingo, 4 de octubre de 2015

3er programa: Mi persona favorita.

¡Y este domingo por fin tuvimos la historia de amor de una pareja joven! Les compartimos su historia contada desde la perspectiva de nuestro joven caballero quien goza de su vida de recién casado con su querida esposa.


Comienza hace muchísimos años atrás. Sucede que un señor, amigo del padre de nuestro joven caballero, iba a predicar a la casa de ellos y siempre llevaba a una de sus hijas. Como eran niños, él, su hermano y la niña se ponían a jugar. Después de un par de años, la familia empezó a asistir a la iglesia y a los niños los mandaban a la iglesia para niños, donde esa preciosa niña como él la describe también iba. Entonces crecieron y ambas familias se llevaban muy bien. Sus caminos se fueron disipando con el tiempo. Él se graduó en su ciudad natal y de manera inmediata se fue a vivir con su familia a otra ciudad, hasta que un día, para su sorpresa, ¡ella le escribe por Facebook! Como cosas de la vida, nos cuenta él, coincidieron en un concierto cristiano realizado en Canoa, donde platicaron y él sintió cómo el corazón se le aceleró por ella. Cuando el concierto terminó, intercambiaron números y desde aquel momento no dejaron de conversar, o como le llaman los jóvenes ahora, chatear. Hubieron ocasiones en las que él se iba con su familia a su ciudad natal, pero él siempre encontraba la manera de verse con ella. Ella estudiaba medicina, y una vez que salía de la guardia, la invitó a la playa. Su plan era declararle su amor en ese momento, pero como ella estaba muy cansada, la sorpresa quedó arruinada. Pasó el tiempo, y el día en que uno de sus hermanos le iba a pedir la mano en matrimonio a su enamorada, él aprovechó la situación y le pidió ser enamorados. ¡Pero no fue la escena romántica que él había planeado! Sin embargo, ella le aceptó con lágrimas en los ojos. ¡Él no podía contener su sonrisa de enamorado! La fue a dejar a su casa y luego regresó a la playa con su familia. Ellos estaban contentos con la sonrisa. Meses después, su hermana menor viajó a Portoviejo por cuestiones de estudios, y él aprovechaba para visitar a su tierna amada. El destino quería que estuvieran juntos, y cuando a ella le sortearon la rural, ¡le tocó en Santo Domingo, lugar donde él vivía!
Su relación es tan bonita, que un año después de enamorados, le pidió la mano en matrimonio. Y hace más de dos meses se encuentra felizmente casado con el amor de su vida. Como él dice, Dios ya había juntado sus corazones para ser uno solo. Se describe como un cordón de tres dobleces: Dios, ella y él. Y un cordón así no se separa fácilmente, pues comenta él…, Dios buscó la manera para que sus caminos quedaran entrelazados.

Le deseamos la mejor de las felicidades y fortunas a esta pareja de recién casados. Y me he de imaginar que muchos han de sonreír con esta historia, pues el sentimiento de un amor que empieza es algo que han de haber experimentado ya. Deseémosle lo mejor y que Dios los siga bendiciendo.
Historia emitida: 27/09/2015

3er programa: Callados.

El domingo 27 de septiembre tuvimos la oportunidad de contarles varias historias através de Radio Farra 95.7 fm se prende en el aire. Entre esas, está la siguiente historia al ritmo de las voces de Camilo Sesto y Ángela Carrasco en la canción «Callados».


 

Se trata de una pareja que en la actualidad viven juntos e incluso ¡ya son abuelos! Muchos años atrás, da la casualidad de que vivían en el mismo sector de Portoviejo y a pesar de esto ¡nunca se vieron! Él conocía a la familia de su hoy amada; a sus padres y hermanos pero a ella nunca la había visto en el barrio.
En algún momento en uno de sus viajes de regreso desde Guayaquil, ambos coincidieron en el mismo autobús. Nuestro caballero recuerda haberse impactado con su belleza, pero él estaba con mala noche y lo único que quería era sentarse y dormir durante el trayecto. El sueño pudo más que las ganas de conversar con ella, y se quedó dormido, pero el chofer frenó bruscamente y él se levantó asustado. Le pidió al chofer que condujera más despacio, y en ese preciso instante se encontró con la mirada de su amada, así que con todo el valor del mundo le pidió a la persona que iba sentada a su lado que cambiaran de puesto. Una vez sentado junto a ella, entablaron conversación. Le preguntó dónde vivía y se soprendió con su respuesta.
—¡Cómo, si ese es mi barrio! Cómo es que no he visto esta belleza...
Impactado con la dama, le ofreció pasarla dejando, así que ella aceptó confiada.
Ahí empezó todo: él la enamoró y ella aceptó. Al año se casaron, pero antes de casarse él se aseguró de comprar todo; alquiló un departamento e iba guardando todo lo que adquería para su nueva vida de casados. Recuerda que entre esas cosas, compró una olla arrocera de color naranja.
Algún misterio tendrá esa olla arrocera para que venga al recuerdo de nuestro querido caballero.
Hasta el día de hoy viven felices y disfrutan del amor de sus hijos y nietos, y más que nada, de ese amor que se profesaron desde el primer cruce de miradas.
La canción dedicada para su historia hace que esta pareja se llene de emoción y les recuerda mucho la fortaleza y respeto con los que creció su amor. Esperamos que puedan seguir disfrutando de esta felicidad por mucho tiempo más, y que las páginas que quedan en blanco del libro de sus vidas, sean escritas con la sabiduría con la que han vivido hasta ahora.

Historia emitida: 27/09/2015